Aunque las lentillas de contacto se conocieron hasta 1887, el concepto que dio origen a las mismas se conoce desde mucho tiempo atrás, porque ha sido el celebrado genio de Leonardo Da Vinci quien dejo en sus notas sus investigaciones que luego de muchos estudios dieron con las lentillas de contacto. Tal como Da Vinci en su momento, René Descartes también estudió e hizo algunos experimentos que contribuirían con el tiempo a que se crearán las tan populares hoy en día lentillas de contacto.
La primera aplicación de los lentes de contacto fue a un hombre al que el cáncer había destruido el ojo y que lo utilizó hasta su muerte 20 años después con lo que se podía considerar había sido un éxito el experimento. Fue hasta en la década de 1880 cuando el suizo Eugen Fick luego de experimentar por su cuenta, acuñó el término «lentes de contacto». A partir de ahí el desarrollo de los mismos fue a pasos agigantados y en los años 40 del siglo XX ya existían muchas opciones de lentes de contactos entre blandos y duros. Y en el mismo sentido se fueron desarrollando para poder ser tolerados durante más tiempo por el que lo utilizaba.
Pero antes de finales del siglo XX aunque ya existían en muchas versiones no solían ser aptos para todos aquellos que las requerían por lo que algunas deficiencias visuales no podían aprovechar el uso de las lentillas de contacto. Aún así la industria siguió investigando y perfeccionando de tal modo que para los años finales del siglo, un 90% de la población, ritmo que se mantiene hoy en día, cuando muchas personas pueden beneficiarse de las mismas por motivos médicos y estéticos.
En ese sentido de las las lentillas de contacto estéticas, surgieron a finales del siglo XX convirtiéndose en una sensación para aquellos que no necesitan gafas pero que podían si querían, aprovechar el colorido que las mismas tenían porque ya se había desarrollado la técnica de proveerlas de color y habían, existen hoy en día todo un catálogo de lentillas de contacto en colores que imitan los colores naturales de los ojos humanos. Aunque en el sentido de esta clase de lentillas de contacto de colores, se fueron desarrollando toda una variedad de opciones a cada una más variada y original que hicieron aún más popular las mismas como una forma de variar de look.
Hoy existe toda una amplia variedad de estas lentillas de contacto: a blandos, rigidos permeables al gas, esclerales, lentes híbridos, «piggy backs», cada uno de los cuales responde a una necesidad médica y son hoy por hoy, uno de los medios de corregir condiciones de miopía y astigmatismo de una manera que para el público en general, puede resultar más atractiva que las usuales gafas que se han usado ya por mucho tiempo.
Sin embargo no todo es tan fácil con el uso de esta opción de lentes de contacto, porque requieren un mayor control en el cuidado de las mismas, en la manipulación, y la limpieza con que deben manejarse, por demás estos requerimientos son fáciles de cumplir y se puede optar por ellas cuando se quiere lucir una nueva imagen pero no se necesitan gafas y en este sentido son realmente muy atractivas variando el color natural de los ojos de quien las utiliza, pero también son estupendas a la hora de usarlas por indicación médica porque son prácticas.
En cuanto al costo, como siempre ha sucedido con todos los productos en sus primeras etapas, al principio resultan demasiado caras para la mayoría de los que podían beneficiarse de ellas, pero con la investigación constante que permitió que muchas más empresas participaran de la fabricación y venta de lentillas de contacto por prescripción o estéticas el costo se convirtió en más accesible para todos.
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